Trucos para preparar zumos saludables en 2 minutos
Los zumos caseros me parecen una alternativa fantástica a las bebidas comerciales, porque en general todas me saben demasiado dulzonas y no me quitan la sed. Al momento el cuerpo me pide beber de nuevo.
Así que desde que los reyes me trajeron mi super-batidora le estoy sacando chispas.
Me he liado la manta a la cabeza y preparo un montón de zumos ‘a lo loco’ con cualquier fruta que tengo en casa.
1. Durante todo el año congelo la fruta que está ‘a puntito’ de estropearse.
Me gusta la fruta madura, así que la suelo tener en casa varios días porque chicas, no sé vosotras, pero yo solo encuentro la fruta verde o muy verde… por llamarlo algo.
Así que cuando a veces me olvido y se queda alguna abandonada y a punto de estropearse, la pelo y al congelador, cada fruta en una bolsita: plátanos, piña, peras, fresas, manzanas...
En invierno añado el agua un poquito templada y en verano la misma fruta hace que el zumo esté fresquito sin falta de añadirle hielo.
Y además, como la fruta está hiper-madura, es más dulce sin falta de añadirle azúcar.
2. Me compré una plantita de hierbabuena y otra de menta.
Y están preciosas: las ‘podo’ alegremente cada mañana sacándoles un par de hojitas super-frescas para mis zumos y parece que no les sienta nada mal.
Si veo que alguna semana están más peladitas, las dejo unos días tranquilas y funciona: vuelvo a tener hojitas tiernas con solo estirar la mano.
Me encanta el frescor que aportan a los zumos.
3. Añado semillas de lino dorado o de chía.
Y me hago un zumo un poco más enriquecido y sano.
Además estas semillas si se dejan un ratito gelifican el zumo.
Es decir, lo ‘espesan’ ligeramente así que en lugar de zumo para beber, paso a tener un postre de cuchara rico y natural en unos minutos.
4. Añado 'verde' para hacerlo un poco más sano aún.
Cualquier verdura que tenga por la nevera.
Normalmente unas hojas de lechuga o escarola, pero también puede caer apio, zanahoria, calabacín... lo primero que encuentro a mano.
5. Sustituyo el agua por leche vegetal.
Casi todas las semanas preparo alguna leche vegetal, normalmente de avellanas, que me dura 3 o 4 días en la nevera.
Los días que la tengo, hago el zumo mitad con agua y mitad con leche vegetal o bien sustituyo totalmente el agua por leche vegetal.
Le aporta un sabor a fruto seco que me encanta.
6. Sustituyo el azúcar por miel o dátiles.
Al tener la fruta madura pocas veces endulzo los zumos, pero si me apetece un sabor más azucarado añado dátiles o un poco de miel en lugar de azúcar.