MarÃa Antonieta

La vida de MarÃa Antonieta no fue una vida fácil. Desde su nacimiento siempre creyó que su vida estarÃa marcada por las desgracias al haber nacido el DÃa de los Difuntos. Y no se equivocaba. Con 40 años esta soberana fue declarada –con falsas acusaciones- culpable de alta traición y ejecutada en la guillotina en plena Revolución Francesa.
MarÃa Antonieta nació en Viena en 1755. Era la decimoquinta y penúltima hija del emperador Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico y de la emperatriz MarÃa Teresa I de Austria. La futura reina de Francia nació dotada de una gran belleza fÃsica que le granjeó bastantes facilidades. Sin embargo no poseÃa la educación propia que le exigÃan a las soberanas de su tiempo por lo que su madre -que ya habÃa planeado su futuro- se empeñó en convertir a su hija de corta edad en una gran soberana.
La muerte del emperador Francisco en 1765 dejó a MarÃa Antonieta sumida en una profunda tristeza. Su madre, desconsolada por la pérdida se vuelve una mujer todavÃa más severa, amargada e infeliz y dispuesta a casar a sus hijas con los herederos de las casas reales europeas más influyentes.
MarÃa Antonieta, una bendición para Francia
La emperatriz tardó seis años en concertar el matrimonio de MarÃa Antonieta, que solo contaba 13 años, con el delfÃn de Francia. Con ello logró unir las casas reales de Francia y Austria. El 21 de abril de 1770 MarÃa Antonieta dejaba la corte austrÃaca y su lugar de nacimiento para trasladarse a la que ahora serÃa su nuevo hogar: Versalles.
El viaje, que duró dos semanas y media, dejó a MarÃa Antonieta exhausta. Tras llegar a suelo francés, ya se la consideraba un regalo del cielo. Para Luis Augusto, el delfÃn, MarÃa Antonieta no fue de su agrado. Por su parte ella le consideraba un poco tÃmido y torpe, sin embargo MarÃa Antonieta estaba encantada de vivir en el mejor palacio jamás construido. El delfÃn y la futura delfina de Francia se casaron el 16 de mayo de 1770. Aunque su vida de casada le divertÃa tanto como su vida en palacio, notó como ésta se convertÃa en monótona además de solitaria.
Tras tres años casada con del delfÃn francés, -matrimonio que no se habÃa consumado- en mayo de 1774 morÃa el rey Luis XV y el pueblo de Francia tenÃa las miradas puestas en los nuevos soberanos que todavÃa eran muy jóvenes e inexpertos. En ese mismo mes Luis Augusto –de 20 años- subió al trono con el nombre de Luis XVI.
MarÃa Antonieta, fiestas, gastos y declive de la monarquÃa
La vida como reina serÃa muy distinta a como habÃa sido hasta el dia de hoy. A partir de ahora y por orden de su esposo la tarea principal de Maria Antonieta será “divertir a la corte" por lo que se centrará en dar numerosas fiestas y decorar El Pequeño Trianón, -una suntuosa residencia, regalo de su esposo- donde MarÃa Antonieta pasará incontables veladas y se refugiará de las intrigas de la corte.
Para paliar su frustración de no poder darle a Francia el deseado heredero, MarÃa Antonieta comienza a gastar sumas incalculables de dinero en vestidos, joyas y peinados; cantidades que al rey no le importa sufragarle, ya que está encantado con su joven esposa. Sin embargo, en las calles el pueblo francés pasa hambre, y en 1776 comienzan a circular panfletos calumniando a la soberana –a la que despectivamente apodaban “La AustrÃaca"- que ha comenzado a apostar dinero de la corona en partidas de cartas. Las deudas, cada vez mayores no hacen ver la realidad de la situación a los soberanos.
MarÃa Antonieta, sus excesos comienzan a pasarle factura ante el hambre del pueblo
Su madre, preocupada por el despilfarro de la reina interviene enviando a su hijo el emperador. La visita cambia por completo a la reina de Francia que deja el juego y las apuestas y decide dar a Francia el esperado heredero, sin embargo en 1778 nace una niña –MarÃa Teresa- lo que enfurece al pueblo francés. Tres años más tarde nace el delfÃn Luis José, pero las calumnias vuelven a llamar a la puerta de Versalles: afirman que el delfÃn no es hijo del rey, lo que entristece de nuevo a MarÃa Antonieta que ve la recuperación de su popularidad bastante difÃcil.
Pero lo que de verdad ocasiona el declive de la monarquÃa y el inicio de la Revolución Francesa es el llamado “asunto del collar". En 1785 el joyero Bohmer reclama a la reina una suma ingente de dinero por un collar, encargado en nombre de la soberana, por el cardenal de Rohan. La reina indignada por este hecho solicita audiencia en el Parlamento donde demuestra su inocencia, pero este acontecimiento fatÃdico acabará por enterrar a la soberana.
MarÃa Antonieta, reproducción del collar de diamantes
En 1789 la situación de la reina era insostenible. El 4 de mayo se convocan los Estados Generales en medio de la preocupación por la salud del delfÃn cada vez más deteriorada. Un mes más tarde, morÃa el heredero lo que sumió a la reina en una profunda tristeza. Meses más tarde los reyes son obligados a abandonar Versalles y confinados en las TullerÃas. Allà la reina da muestras de una madurez impropia en una soberana tan joven.
MarÃa Antonieta, huida de las TullerÃas y ejecución
En 1791 una serie de acontecimientos convencieron a los reyes de que habÃa que huir para salvar la corona. MarÃa Antonieta prepara la huida con suma delicadeza cuyo plan inicial era alcanzar la frontera belga. Cuando se descubre su desaparición la noticia se extiende por toda la ciudad y al llegar a Vareness son descubiertos y detenidos.
El 14 de agosto de 1793 comienza el proceso contra la reina. Se manipulan las acusaciones y a las defensas. Tras varias horas de deliberación y en base a las citadas falsas acusaciones, MarÃa Antonieta es acusada de alta traición y al mediodÃa del dÃa siguiente muere en la guillotina. Finalizaba asà el Antiguo Régimen.
Autor: LucÃa Luengo para revistadehistoria.es
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