Batalla de Bailén, las heroicas mujeres de Bailén

La batalla de Bailén supuso la primera derrota en campo abierto de la historia del ejército napoleónico. 27.000 soldados españoles a las órdenes del general Castaños derrotaron al ejército imperial francés comandado por el general Dupont. Lo que no es tan conocido es la decisiva intervención de las mujeres de Bailén en la victoria final.
Las tropas francesas habÃan entrado en España con la excusa de invadir Portugal. Según el tratado de Fontainebleau , el primer ministro Manuel Godoy autorizó el apoyo logÃstico necesario al tránsito de las tropas imperiales francesas. Bajo el mando del general Jean-Andoche Junot, las tropas francesas entraron en España el 18 de octubre de 1807, cruzando su territorio a toda marcha en invierno, y llegaron a la frontera con Portugal el 20 de noviembre. Sin embargo, los planes de Napoléon iban más allá, y sus tropas fueron tomando posiciones en importantes ciudades y plazas fuertes con objeto de derrocar a la Casa de Borbón y suplantarla por su propia dinastÃa, convencido de contar con el apoyo popular.
2 de mayo: La Carga de los Mamelucos
Tras el levantamiento del pueblo madrileño el 2 de mayo 1808 y ya en guerra abierta, las Juntas de gobierno de Sevilla (Junta Suprema de España e Indias) y Granada comenzaron el reclutamiento de dos ejércitos, que debÃan cortar el camino a través de Sierra Morena a los franceses. El germen del Ejército de AndalucÃa lo formaban las tropas regulares del Campo de Gibraltar, 16 regimientos de infanterÃa y 3 de caballerÃa al mando del general Castaños. Por su parte, Teodoro Reding comenzó el reclutamiento de un segundo ejército, en la provincia de Granada. El reclutamiento fue masivo, destacando el número de voluntarios, que formaban más de la mitad del Ejército de AndalucÃa (unos 17.000 hombres).
Batalla de Bailén: las heroicas mujeres de Bailén
Batalla de Bailén: las heroicas mujeres de Bailén
Después de varios episodios de lucha muy virulenta, en unas condiciones climáticas asfixiantes, el general Dupont fue derrotado por las tropas españolas antes de que las tropas del general francés Vedel, que volvÃan desde La Carolina, pudieran unirse a él. Unos 17.600 soldados franceses depusieron sus armas.
Con el espeso polvo surcando el campo de batalla y el calor haciendo mella en los soldados, ya al medio dÃa, el sol se convirtió en un desagradable protagonista para ambos ejércitos cuando la temperatura sobrepasó los 40 grados. En ese momento hicieron su entrada en batalla cientos de mujeres del vecino pueblo de Bailén que, arriesgando sus vidas, trasportaron cántaros de agua entre sus compatriotas.
Al medio dÃa del 19 julio en Bailen, la temperatura apretaba y los franceses se iban a derretir de calor. El hecho de las tropas españolas estuvieran con la vanguardia hacia el pueblo de Bailén, permitió que la población local ayudara en todo cuanto pudo a sus tropas. La ayuda más valiosa fue sin duda el suministro de agua para los soldados, y para la refrigeración de la artillerÃa.
Cartel de la exposición de Maria Bellido
Los cañones estaban al rojo vivo en un dÃa "especialmente caluroso". El suministro de agua para las piezas de la artillerÃa española permitió que no dejaran de cumplir su cometido contra las tropas francesas. En el bando contrario, sin embargo, la efectividad de la artillerÃa estuvo sustancialmente reducida por el excesivo calentamiento de los cañones y por la destrucción de algunos de ellos.
Batalla de Bailén: las heroicas mujeres de Bailén, artillerÃa de la época
MarÃa Bellido (o MarÃa Luisa Vellido o MarÃa Inés Juliana Bellido Vallejo) debe su fama al haber dado de beber al general Teodoro de Reding. Cuenta el coronel Rafael Vidal Delgado, historiador militar, en referencia a la batalla de Bailén y a la contribución de MarÃa Bellido:
"Cuando una bala rompió el cántaro y ella, sin inmutarse, recogió un trozo del mismo en el que aún quedaba agua y se lo ofreció al general."
Batalla de Bailén: las heroicas mujeres de Bailén
El general Francisco Javier Castaños, jefe de la fuerza española enfrentada a la francesa napoleónica, elogia la actitud de los vecinos de Bailén durante la batalla:
"Heroicos vecinos, cuya lealtad y patriotismo debe servir de ejemplo y será bien señalada en la historia de nuestra gloriosa guerra; pues aunque algunos podrán querer competir en los auxilios de vÃveres y agua que arriesgando su vida proporcionaron durante la batalla, sin que las mujeres y niños cediesen en nada a los más esforzados varones."
Las anotaciones de los oficiales Tomás Pascual Maupoey y Gaspar Goicoechea, las del general Antonio Remón Zarco del Valle y del historiador Ramón Cotta, sintetizan al respecto de la batalla y los hechos que se analizan:
"En pleno fervor del combate llegaron hasta el puesto de mando varias mujeres portando unos cántaros de agua. Una de ellas, llamada MarÃa Luisa Bellido, ofreció agua al general y en el momento en que elevaba la vasija una bala rompió el cantarillo. La mujer no se inmutó. Recogió un tiesto donde habÃa quedado algo de agua y lo ofreció al general, que alabó su valor y ofreció premiarla."
Escudo de Bailén
Desde entonces, en el escudo de la ciudad de Bailén figura en lugar preferente un cántaro agujereado, que representa a MarÃa Bellido.